Como candidato de la coalición de izquierdas formada por Podemos, Alianza Verde, Izquierda Unida y Equo, quiero expresar mi preocupación por las obras que se están llevando a cabo en los barrios de Almería. Es evidente que el carácter electoralista de estas obras está en el centro de su realización, lo que se traduce en una falta de planificación adecuada, precipitación y numerosas molestias para los vecinos y vecinas de la ciudad.

Es inaceptable que el gobierno del Partido Popular utilice las obras como una herramienta electoral para conseguir réditos políticos, en lugar de pensar en el bienestar y las necesidades de los vecinos y vecinas de nuestra ciudad. En este sentido, es lamentable que las obras se estén realizando de forma precipitada, sin un plan de trabajo adecuado y sin tener en cuenta las necesidades reales de la gente.

Además, las molestias que están sufriendo los vecinos y vecinas de Almería son innumerables. El ruido, la contaminación y los cortes de tráfico son sólo algunas de las consecuencias de estas obras. Muchos vecinos han tenido, incluso, problemas para acceder a sus viviendas debido a las obras frente a las mismas. La realización de obras no puede ser una excusa para generar molestias innecesarias en la población.

Es especialmente preocupante que estas obras estén ocurriendo tan cerca de las elecciones municipales del 28 de mayo. Los vecinos y vecinas de Almería no merece que las autoridades utilicen estas obras como un pretexto para conseguir votos, en lugar de pensar en el bienestar real de la población.

Como coalición de izquierdas, nos comprometemos a trabajar por una Almería más justa y solidaria, en la que las obras se realicen de forma planificada y transparente. Es necesario que las autoridades comprendan que la realización de obras no debe ser una herramienta electoral, sino una medida para mejorar la calidad de vida de la población.

La Desbandá es recordada por muchos como una de las matanzas mas brutales de La Guerra Civil Española, uno de los mayores genocidios cometidos por el bando franquista contra población civil. Huyendo de la represión franquista miles de personas salieron de Málaga, tras la caída de la ciudad, hacia Almería, todavía bajo el control republicano. Lo que se vio durante ese éxodo fue devastador, las madres ofrecían a sus hijos a los pocos coches que pasaban con el fin de procurarles la salvación de aquel infierno. Miles de personas caminando descalzas, con los pies ensangrentados sobre el asfalto abrasador, hambrientos durante 200 kilómetros de miseria durante los cuales hombres, mujeres y niños fueron perseguidos por las bombas de los fascistas que, de forma inhumana, querían acabar con todos ellos.

Miguel Ángel Melero, profesor de la Universidad de Málaga, reconoce que sobre aquella huida aún cuesta poner números. Entre 200 000 y 250 000 desplazados y entre 4000 y 6000 muertos.

El pasado sábado 11 de febrero llegaron a nuestra ciudad las personas que emulan el recorrido que realizaron estos civiles en su huida de las tropas franquistas, llegaron a una ciudad que aquellos civiles represaliados no reconocerían. Personas, venidas de todos los rincones de España, entraron en Almería, una ciudad donde la simbología franquista aflora por multitud de fachadas y edificios públicos o privados, una ciudad cuyo gobierno municipal se ha negado sistemáticamente a cumplir con la Ley de Memoria Democrática y a retirar de nuestro callejero los homenajes a sádicos militares y asesinos fascistas de diversa índole.

Verdad, justicia y reparación para todas las victimas. Es mas necesario que nunca el cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática, reconocer y homenajear a las víctimas acabando con todo rastro de franquismo o fascismo de nuestros barrios, calles y plazas, enseñar en las escuelas e institutos lo que supuso el horror franquista e impulsando la creación de lugares de memoria donde se recuerde y rinda tributo a las victimas.

Con la elección a dedo de la señora Vázquez como nueva alcaldesa de Almería el Partido Popular quiso vendernos que el feminismo se abría camino, nada más lejos de la realidad. En las últimas semanas hemos tenido que asistir a un nuevo y bochornoso espectáculo del Ayuntamiento de la capital cuando la señora alcaldesa intentó contraprogamar el 25N, día contra las violencias machistas, asignando dicha fecha para realizar el encendido de las luces navideñas generando un gran enfado entre los colectivos feministas de nuestra ciudad. Finalmente, y ante la presión ejercida contra el gobierno municipal, la alcaldía se ha visto obligada a rectificar tan deplorable intento de boicotear el movimiento feminista.

Después del patinazo con el intento de sabotaje al 25N el Ayuntamiento ha optado por una campaña de lavado de cara, abrir las ventanas para ventilar a ver si disipan, al menos parcialmente, el olor a cerrado del consistorio municipal. Se ha iniciado, por tanto, en Almería una campaña consistente en colocar bancos con mensajes contra la violencia de género con el claro objetivo de intentar blanquear la imagen machista que se trasmite desde la máxima representación municipal.

Otra de las medidas, sin duda, en defensa del feminismo fue el nombramiento de Jesus Luque como concejal de promoción de la ciudad y comercio. Jesús Luque conocido por sus mensajes misóginos y machistas en redes sociales es la apuesta de Mar Vázquez para seguir rodeándose de anti-feministas militantes para que nada cambie.

Para rematar la película es de sobra conocida en nuestra ciudad la actividad ferviente, en redes, de los asesores del grupo municipal del Partido Popular, sobre todo Twitter, donde, amparándose en el anonimato de la red y cuentas fake, se dedican a atacar a los vecinos y vecinas criticas con su gestión usando entre sus “argumentos” insultos a menudo machistas y homófobos con la connivencia de la alcaldesa la cual sigue a estas cuentas fake regentadas por personas que cobran un sueldo publico para ir contra la gente de Almería.

En definitiva podemos asegurar, si temor a equivocarnos, que el Ayuntamiento de Almería es un referente en anti-feminismo y machismo. El próximo mes de mayo la gente desalojara de La Plaza Vieja a este gobierno y el feminismo entrará, por fin, en las instituciones de la capital.