El concejal de Podemos-IU-Verdes Con Almería, Alejandro Lorenzo, se ha pronunciado «enfáticamente» a favor del cierre de la Escuela Municipal Taurina de Almería. Por ello, han recordado las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño que muestran «una profunda preocupación por el impacto negativo de la tauromaquia en la formación de nuestros jóvenes». Así, desde la coalición de izquierdas han instado «a las autoridades locales a tomar medidas concretas para garantizar un entorno educativo respetuoso y libre de violencia».

Lorenzo ha señalado que el Comité de los Derechos del Niño, un órgano de expertos independientes vinculado a las Naciones Unidas, dijo «en reiteradas ocasiones su preocupación por el efecto perjudicial que la tauromaquia puede tener en los menores». De acuerdo con sus recomendaciones, Lorenzo ha considerado «crucial» el hecho de que hay que «proteger a los niños y adolescentes de actividades que normalicen la violencia y el sufrimiento animal, ya que esto puede tener consecuencias duraderas en su desarrollo psicológico y en su capacidad para empatizar con otros seres vivos».

En relación a esta situación, han expuesto que la Escuela Municipal Taurina de Almería, al enseñar a los menores «a participar en la lidia y muerte de toros», va en contra de los principios «fundamentales de respeto, compasión y empatía que deben ser el pilar de la educación de nuestros jóvenes».

De esta forma, las consecuencias negativas de exponer a los niños a situaciones «que involucran crueldad y violencia animal puede influir negativamente en su percepción de lo correcto y lo incorrecto, y puede contribuir a la normalización de la brutalidad». En línea y con las directrices del Comité de los Derechos del Niño, Podemos-IU-Verdes Con Almería pide «el cierre de la Escuela Municipal Taurina dando así un paso significativo hacia la creación de un entorno educativo más seguro, ético y respetuoso para nuestros menores y, al mismo tiempo, alentar la promoción de alternativas educativas que fomenten valores positivos y constructivos en la formación de nuestros jóvenes, sin comprometer su integridad emocional ni su capacidad para entender y apreciar la vida en todas sus formas».