La nueva “Guerra de las Harinas”

De hace unos meses hacia atrás las redes sociales se han inundado de imágenes y fotografías de miles de usuarios que reflejan como, en grandes superficies como Mercadona o Carrefour, se ha dado un aumento desorbitado del precio de algunos productos básicos como la pasta, el aceite o cualquier otro que se les ocurra. La justificación es el desabastecimiento y el aumento consiguiente de la inflación provocados, supuestamente, por la guerra en Ucrania. Lo cierto es que controlada la inflación (en España es la mas baja de la zona euro) seguimos viendo que los precios continúan su escalada de forma injustificada.

La escalada de precios compagina perfectamente con el aumento de los beneficios de las grandes superficies que no parecen sufrir en absoluto el efecto de las supuestas causas del alza de precios. Parece razonable pensar que, lejos de ser ciertos o estar justificados los argumentos de los dueños de estos grandes comercios, la causa de este aumento de precios en los productos básicos se debe a un intento de especular con ellos sabiendo que las familias no tienen más remedio que pagar su coste, aunque su coste sea apenas asumible para una familia. Capitalistas despiadados los llamaba, muy correctamente, el otro día Ione Belarra.

En abril de 1775 en la Francia de Luis XVI el precio del trigo se disparó a causa de una serie de malas cosechas en los años previos. Si bien es cierto que los precios aumentaron por una serie de malas cosechas no es menos cierto que cuando mejoraron los especuladores, sacando producto del mercado, fomentaron en la hambruna y el aumento de los precios. Trigo y centeno se vendía al elevado precio de 26 libras en el mercado del pueblo el 22 de abril. 5 días después en un mercado perfectamente abastecido los aldeanos recibieron con sorpresa otro aumento abusivo hasta las 32 libras.

Los aldeanos empezaron a discutir con los comerciantes que los extorsionaban con el precio de tal alimento básico, lo que acabó con la expulsión de los tenderos de sus puestos. Los aldeanos tomaron el grano, no sin dejar antes una cantidad de dinero que consideraban precio justo (12 libras). Tras tomar lo que necesitaban para su sustento y el de sus familias el motín se dispersó por si solo.

¿Estamos ante una nueva Guerra de las Harinas? ¿Reaccionara el Partido Socialista contra la especulación, tal como propone Podemos, antes de que la situación sea insostenible?

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